Antes de nada pedir disculpas por el ''abandono'' del blog estas semanas. Son malos tiempos para dedicarse a otros menesteres que no sean obligación, pero a partir de ahora y más en verano habrá una revolución, estamos llegando al final de la temporada y la próxima vendrá con novedades en el programa de radio,estructura del blog y personas que os escriben! Esta crónica es más extensa que las habituales, pero así ha salido...no os ofusquéis con la duración y disfrutad!
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Más allá de la sorpresa, Fleet Foxes se convirtieron en algo que ya he escuchado varias veces por ahí: un clásico instantáneo.
Su primer álbum es perfecto sin paliativos, entre los mejores de la década. El EP Sun Giant fue mucho mejor con 5 canciones que cientos de álbumes que salieron en 2008 y las ansias por escuchar este nuevo disco, Helplessness Blues, eran demasiadas.
El grupo ha conseguido trazar con las mismas tizas que sus anteriores trabajos, un nuevo esquema en la pizarra, algo nada fácil en un 2º LP. Lejos de intentar facilitar la escucha con himnos como hacían en el primer disco, el grupo ha hecho lo que le ha salido de las bollocks, como dicen por Seattle...
Lo peor y lo mejor de esto es que el experimento es de sobresaliente; y digo lo peor porque en una escena actual de grupos que intentan tirar de la misma rama que Fleet Foxes, dudo mucho que se pueda llegar a la calidad de estos haciendo lo que hacen.No engañaré a nadie, soy completamente fan, aumentaría las letras, soy fanático de estos melenudos que empiezan con temas de factura suave, sin grandes complicaciones ni opulencias ( Montezuma, Bedouin Dress) pero que entran como aperitivos salados con una buena cerveza, es decir, de maravilla.
No se si cerveza pero algo para humedecer el gaznate a modo de cowboy es lo que nos pide Sim Sala Bim ( en el que suenan los primeros arreglos ‘’extraños’’ con instrumentos de cuerda frotada y estructuras menos facilonas). Como si de una película con montañas nevadas se tratase suena Battery Kinzie en el que nos reencontramos con esas tonalidades tan propias de la voz de Robin Pecknold.
The Plains/Bitter Dancer es exactamente de lo que hablaba al comienzo, experimentación a medio camino entre un coro angelical del vaticano, una danza de Indios Mohicanos y Clint Eastwood. Un corte para cerrar los ojos al lado de una hoguera para que se detenga el tiempo. Escuchen y verán.
Lo que es inefable es la espectacularidad del single que le da nombre al disco, Helplessness Blues, una delicia. A la breve e instrumental The Cascades le sigue Lorelai, que sienta como un rayo de sol atravesando la ventana de una cabaña en invierno. Una de las mejores del disco.
Nos vamos acercando poco a poco al fin del disco y algo más común y más épico es lo que nos aporta Someone You´d Admire,pero ojo porque en The Shrine/An Argument tenemos una melodía espectacular, de esas que ponen los pelos de punta aunque 8 minutos dan para mucho y se puede escuchar hacia el final la mayor locura facturada hasta ahora por el grupo. La pasión por Dylan aflora en la bonita Blue Spotted Tail para poner el broche final con otro de los mejores cortes y merecido 2º single, Grown Ocean. Puro derroche de energía.
Han sabido estar a la altura de las circunstancias con un disco que simplemente tarda un par de escuchas más que su predecesor en entrar. Es el mejor disco del año hasta el momento sin lugar a dudas.
Pero... dónde está la imparcialidad periodística?Lo siento amig@s, con Fleet Foxes eso no existe.
0 comentarios:
Publicar un comentario