Ariel Pink y sus muchachos presentan nuevo disco. Pasados 2 años desde aquel delicioso y atemporal Before Today, el californiano llega con Mature Themes (¿Ariel Pink hablando de madurez?).
Ante la especulación sobre el tipo de
sonido que tendría el álbum, queda claro que ha vuelto a jugar con los
elementos y locuras que presentó desde House Arrest (2002), pasando por momentos a lo Scared Famous (2007) y algunos ramalazos sesenteros que son de agradecer por momentos como el tema que abre el disco Kinski Assassin, imaginamos a Ray Manzarek y Stevie Moore probándose mutuamente en una orgía total.
A nivel compositivo, el disco se convierte en una montaña rusa de extraños y difíciles caminos; Al buen arranque de Kinski Assasin y Is This The Best Spot? le siguen las edulcoradas y simplonas Mature Themes y Only In My Dreams
(bastante mejor que la anterior). A partir de aquí llega una zona
psíquica incluso siniestra que contrasta absolutamente con el inicio (Driftwood, Early Birds of Babylon). Para cuando llegamos a escuchar Schnitzel Boogie,
del disco podemos esperarnos cualquier cosa, sin embargo el cerebro
entiende a la perfección que es más que nunca una colección de canciones
colocadas al azar con Symphony of The Nymph, muy buena. De repente y durante un rato todo empieza a tener sentido con Pink Slime, Farewell American Primitive y Live It Up, temas redondos con marca de la casa. Finalmente todo acaba con la psicodelia relajada de Nostradamus & Me y el hit afroamericano que supone Baby.
Pese a la tetrapolaridad y desequilibrio que supone Mature Themes, en defensa de Ariel Pink
y su banda, hay que argumentar que se trata de un disco que funciona a
partir de la cuarta escucha. La inmediatez y frescura de su antecesor LP
sigue muy reciente y pesa demasiado. Con todo, uno de los mayores
visionarios de la música contemporánea estará de gira (fechas
confirmadas para el Primavera Club en Guimaraes, Madrid y Barcelona) y esa es una
muy buena noticia.
0 comentarios:
Publicar un comentario